SI CAMBIAMOS LA CALIDAD DE NUESTROS PENSAMIENTOS, CAMBIAMOS NUESTRA VIDA.

Nuestros pensamientos son herencias que provienen de nuestros padres, hermanos, amigos, y en ocasiones llegan a convertirse en una verdad absoluta para nosotros. Muchos tenemos pensamientos repetitivos y que están relacionados con nuestras preocupaciones o miedos.

Los pensamientos no son algo separado de nosotros, sino que están unidos a nuestras emociones y, por ende, a nuestra química. Un pensamiento iracundo promoverá la generación de cortisol excesivo en sangre y por ende el sentimiento de ira, la emoción misma, el enojo, lo cual desencadenará más procesos físicos, químicos, emocionales y mentales. Lo mismo ocurre con un pensamiento pesimista o uno optimista. Si te centras en criticar y quejarte experimentarás esa queja como algo real generando las emociones y sustancias químicas en tu cuerpo.

3 pensamientos que complican nuestra vida.

1. Es mejor evitar, que afrontar: A veces pensamos que, para evitar problemas, mejor es no afrontar una situación, decimos: Para que echar más leña al fuego”. Esta creencia nos ha acompañado durante nuestra vida y ha hecho que nos convirtamos en personas sumisas donde el “Yo debo” y el “Yo tengo” forma parte de nuestro repertorio cognitivo (pensamientos), olvidándonos del “Yo quiero”.

El costo de andar por la vida evitando hacernos responsables de las diferentes situaciones que nos toca atravesar, es que nos vamos a perder la oportunidad de experimentar momentos que nos pueden ayudar a evolucionar como seres humanos.

2. Voy a lograr grandes cosas con el mínimo esfuerzo: Vivimos creyendo firmemente que podemos lograr grandes cosas con tan solo un poquito de esfuerzo, cuando en el mundo real el esfuerzo, el trabajo, tarde o temprano nos dará la oportunidad de disfrutar de una gran recompensa.

Creemos de manera equivocada que con solo tener muy buenas intenciones basta y sobra para lograr lo que tanto ansiamos, dejando de lado el crear una estrategia que nos permitirá obtener nuestra meta.

Las grandes obras no se construyen de la noche a la mañana, terminarlas requiere de todo un tiempo, donde el esfuerzo y el trabajo duro forma parte del proceso de la construcción.

Para lograr tus metas en las diferentes áreas de tu vida, da lo mejor de ti, esfuérzate al máximo, entrega tu 100%, solo ese nivel de compromiso te llevará a acariciar el éxito.

3. Sola o solo, no soy capaz de lograr mis metas: Cuanto daño nos puede hacer esta creencia de que no puedo lograr mis metas sola o solo, al dar por valido este pensamiento automáticamente nos estamos poniendo la etiqueta de que somos incapaces, inútiles y esto nos va a llevar a una búsqueda incansable de aquel super héroe que se va a convertir en nuestro gran salvador.

Para poder desterrar esta creencia irracional es importante trabajar en nuestro autoconocimiento, saber realmente quienes somos, conocer cuáles son nuestras fortalezas y nuestras debilidades.

Ninguna experiencia es externa, todas las experiencias son internas. Tal como piensas y sientes actuarás y, sobre todo, tomarás decisiones, siendo estas últimas las que determinan en gran medida los resultados en tu vida, cómo forjas las relaciones y cómo avanzas, progresas, te estancas o retrocedes en tu vida.

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