TIPOS DE RELACIONES KÁRMICAS

Karma es una palabra de origen sánscrito que se traduce como “acción” y que está presente en varias religiones: budismo e hinduismo, por ejemplo. Para estas tradiciones espirituales, el karma es el resultado producido por nosotros mismos a lo largo de la existencia del alma, en el natural proceso del morir y reencarnar a través de una larga rueda de sucesivas encarnaciones que van generando resultados visibles en todos los aspectos de nuestra vida. Para el budismo, como dice Borges, “el karma es una suerte de organismo mental, que transmigra infinitas veces”. En occidente, lo más cercano a la palabra karma tiene relación con eso de no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a  ti.

A lo largo de la vida, hay buen karma y mal karma. Aunque, en general, se utiliza la palabra con un significado negativo y al buen karma casi ni se lo nombra y se lo sustituye muchas veces por la palabra suerte. Pero la suerte, así como la entendemos en Occidente, es karma en el entendimiento de Oriente.

¿Cómo podemos reconocer cuando una relación es kármica?

Pasar por un tipo de relación u otra sirve de guía para saber en qué situación kármica nos encontramos: si necesitamos aprender algo o, en cambio, si lo que realmente necesitamos (y merecemos) es paz interior porque ya tenemos la lección aprendida. En las relaciones kármicas existen cuatro tipo de parejas con las que nos podemos encontrar a lo largo de nuestra vida: relación de almas afines, de almas kármicas, de almas dhármicas y de almas gemelas.

Relación de almas afines o compañeras

En este tipo de relación nos encontramos con una pareja con la que compartimos un montón de intereses y aficiones. Hay mucha afinidad y atracción, ¿alguna vez has conocido a alguien y desde el primer día es como si se conocieran de toda la vida? Ahí la tienes. Entre ustedes hay un filin impresionante. Se entienden tan bien que serian la pareja perfecta.

Pero bueno, parece la relación ideal, ¿dónde está la trampa? Sentimos decirte que, cuando nos encontramos en una relación de almas afines, por muy agusto que nos encontremos, el runrún sigue ahí. Sí, esa voz en tu interior que te dice “Aquí no es, sigue buscando el amor verdadero…”.

Relación de almas kármicas

Para que haya aprendizajes, en la vida siempre tendremos conflictos que gestionar y problemas que resolver. Pues este es el resumen de las relaciones kármicas. Son las parejas que nos ayudan a crecer, mejorar y nos dan una enseñanza muy valiosa. Y como a base de golpes se aprende, en estas relaciones nos llevaremos más de una decepción y será una relación complicada en todos los sentidos. La atracción física e intelectual es brutal.

Pero, ¡ay! ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado, con lo fácil que podría ser? Si crees que estás o has estado en una relación kármica, no te martirices, no saques lo peor, no pienses en cómo podría haber sido mejor. En vez de eso, reflexiona sobre lo que has aprendido o estás aprendiendo, intenta cerrar el círculo, termina el aprendizaje. Y cuando hayas terminado de aprender el uno del otro, tienes dos opciones: terminar la relación o transformarla en almas dhármicas.

Relación de almas dhármicas

Este tipo de relación está basado en el crecimiento mutuo, tranquilo y estable. Aquí encontramos paz, estabilidad y apenas hay conflictos o peleas, porque cuando hemos llegado a una relación dhármica, hemos limpiado nuestro karma con otras relaciones. Cuando te encuentras con un alma dhármica, te puedes imaginar envejeciendo con esa persona.

Según los gurús de las relaciones kármicas, en la vida hay que luchar por encontrar a esa alma dhármica que nos complemente y nos aporte serenidad y felicidad. En las relaciones dhármicas nos entendemos a la perfección con la otra persona, hemos pasado por experiencias similares y estamos en el mismo punto, el timing es perfecto. En una relación así, amar es un placer.

Relación de almas gemelas

Tu media naranja, la persona a la que te une un hilo rojo… ¿de qué va todo esto? Se dice que con nuestras almas gemelas compartimos absolutamente TODO: afinidad, conexión, atracción y un gran amor verdadero capaz de provocar un terremoto. Entre dos almas gemelas que se encuentran, la energía fluye de manera natural, como si esa persona tuviera algo de ti y tú algo de ella.

Seguro has escuchado de almas gemelas en películas y libros como Los puentes de Madison, El amor en los tiempos del cólera o Romeo y Julieta. Cuando dos almas gemelas se encuentran, se produce una situación muy conflictiva. Es un amor muy desgarrador que puede verse afectado por grandes dificultades: vivir en países diferentes, una situación familiar que les impide culminar su amor… Cuando conoces a tu alma gemela, se creará una conexión indestructible entre los dos.

El propósito del karma es el maravilloso aprendizaje de que todos somos uno, aún en nuestra individualidad.

Comprender esa conexión del campo unificado que incluye acciones y pensamientos y que manifiesta absolutamente “todo lo que existe” es el propósito del karma. Por eso se dice que es la herramienta de enseñanza y de evolución espiritual más impecable, justa y natural del universo y que gracias a ella avanzamos en el camino que nos transforma en humanos maravillosos.

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