EL PODER DEL ELEMENTO FUEGO

Hay diversas fuentes universales de luz, tanto las estelares como las planetarias. La luz del Sol es la fuente primaria de energía. Sin embargo, ya en la Tierra, las fuentes de luz son extraordinariamente variadas. El fuego es una forma de luz, sin embargo, que surge de forma esporádica, debido a fenómenos puntuales e irregulares, como los rayos, la lava o las cenizas de los volcanes y, en algunos casos, la acción directa del Sol.

El fuego es el símbolo del Ser y del corazón. La esencia de cada ser viviente y de cada cuerpo estelar, este simboliza la energía, la pasión y la videncia.

El control de este elemento por parte del ser humano, se calcula que es de hace unos 500.000 años, proporcionando una capacidad de acción sin precedentes.

Toda la construcción espiritual de la humanidad es realizada con la base del fuego. Entre los mayas, en los cierres de piedra de los druidas y celtas, en las catedrales católicas, en los templos budistas, entre otros, está presente el fuego de corazón, ya sea en forma física o en la práctica, ya sea en el fuego material o en la práctica de las ciencias del corazón. Es el fuego original del corazón que se replica en la disciplina espiritual de la especie humana.

Todos los elementos tienen un significado oculto, y el fuego no es la excepción. En la alquimia el elementó fuego se representa con un triángulo que apunta al cielo.

En el Universo todo es vibración y el elemento fuego no debe interpretarse únicamente en su sentido puramente material sino conceptual, ya que constituye la síntesis de todas las manifestaciones físicas y psíquicas de cada ser.

Todo cuanto hagamos en nuestra vida es un ritual y tiene un simbolismo muy personal y cada uno le da el valor que tiene en su corazón, por ello es importante saber sumergirse en las profundidades de nuestro propio universo, conocerlo, comprenderlo, amarlo, aceptarlo, respetarlo, para así sanarlo y entrar en armonía con este elemento.