LA IMPORTANCIA DE CUIDAR LAS ARTICULACIONES
Las articulaciones, esas áreas del cuerpo humano en que se unen dos o más huesos y un cartílago.
Las funciones más importantes de las articulaciones son constituir puntos de unión entre los componentes del sistema óseo (hueso, cartílagos), y facilitar movimientos mecánicos, proporcionándole elasticidad y plasticidad al cuerpo.
Gracias a ellos podemos movernos. Por ello, a medida que cumplimos años se vuelven cada vez más importantes. No es de extrañar que su cuidado sea fundamental para nuestra salud.
A partir de los 25 años de edad, nuestro cuerpo comienza a producir menos colágeno, un elemento fundamental para mantener una buena salud articular. Además de ser una buena recomendación, el utilizar un suplemento con colágeno, vamos a darte antes ciertas recomendaciones que pueden contribuir a mantener un estado de salud adecuado.
Principales factores que afectan las articulaciones:
-Exceso de peso: Hoy en día la tasa de obesidad y sobrepeso es cada vez mayor, empeorando la salud articular.
-Falta de actividad física: El sedentarismo inducido por los estilos de vida actuales.
-Actividades que supongan cargas extremas en las articulaciones.
-Enfermedades metabólicas.
-Afecciones reumáticas
Todos estos factores pueden llevar a que los huesos sean más débiles y deriven en enfermedades como la artritis, osteoporosis, fracturas, etc. La importancia de cuidar nuestro sistema osteoarticular reside en una mejor calidad de vida.
Recomendaciones:
– La importancia de la dieta para tus articulaciones: Una alimentación equilibrada puede ser fundamental para el bienestar general y articular. Es importante comer de forma adecuada para mantener y fortalecer los huesos y tejido articular. Es recomendable una dieta equilibrada en proteínas, vitaminas y minerales.
Nutrientes necesarios
Hay nutrientes que favorecen la nutrición del hueso, el metabolismo óseo, la protección del cartílago y su mantenimiento. La vitamina C estimula la producción de colágeno, la vitamina D participa en la síntesis de proteoglicanos y la vitamina E mejora la protección de la matriz del cartílago por el aumento de crecimiento de los condrocitos. El selenio, el zinc, el cobre y el manganeso, así como los ácidos grasos poliinsaturados, parecen estar implicados en los procesos de elaboración del colágeno y en la reducción de la inflamación del cartílago.
• Calcio y fósforo: complementan la formación, desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes, pero se debe mantener un equilibrio, ya que “la abundancia o carencia de uno, afecta a la capacidad de absorber el otro”.
• Magnesio: forma parte de las membranas de las células y la estructura ósea. Debe estar en equilibrio con el calcio, dado que su carencia inhibe la síntesis de vitamina D, necesaria para la correcta mineralización ósea.
• Silicio: participa en la síntesis de elastina y de colágeno, que optimizan la fijación del calcio y del magnesio en los huesos y estimula la formación y mineralización ósea.
• Azufre: el azufre se encuentra en el colágeno, elemento que forma tendones, cartílagos y ligamentos.
Los alimentos que contienen estos nutrientes son los frutos secos y semillas, ya que tienen gran cantidad de magnesio. Las nueces, almendras, avellanas, maní y pistachos aportan fibra, grasa insaturada, proteína vegetal y minerales como potasio, calcio, fósforo, hierro, zinc, entre otros.
Las frutas secas, como ciruelas, higos y dátiles contienen altas cantidades de polifenoles, que mejoran la masa ósea y aumentan la formación de tejido óseo, tanto en condiciones normales como de inflamación.
Los suplementos más recomendados para cuidar las articulaciones son:
- Colágeno
Es el componente con mayor presencia en el tejido conectivo en nuestro cuerpo, constituyendo aproximadamente un cuarto de la masa muscular. Se trata de una proteína fibrosa y fuerte, localizada en la piel, músculos, tendones, cartílagos, piel, uñas y pelo. Promueve la salud articular y mejora el fortalecimiento de los huesos. Puede incluso beneficiar a las personas que ya sufren de enfermedad degenerativa de las articulaciones artríticas al reducir la inflamación, disminuir el dolor, (por lo tanto la reducción de medicamentos para el dolor) y la mejora de la función articular, la flexibilidad y la movilidad.
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