CÚRCUMA: PROPIEDADES Y USOS TERAPÉUTICOS
La cúrcuma tiene una larga y rica historia como raíz medicinal, pero solo en 1971 se identificó por primera vez por su poderosa capacidad antiinflamatoria. Hasta hace poco, gran parte de los beneficios medicinales de la cúrcuma se han atribuido a uno de sus componentes: la curcumina. La curcumina ha demostrado excelentes efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Sin embargo, la curcumina es un compuesto de difícil absorción, lo que limita su eficacia cuando se toma sola. Hallazgos recientes indican que hay muchos otros compuestos en la cúrcuma que también brindan beneficios para la salud y que mejoran la absorción de la curcumina. Tomar toda la raíz está demostrando ser la mejor manera de hacerlo.
Beneficios de la cúrcuma
Las principales propiedades de la cúrcuma son su acción antiinflamatoria, antioxidante, antibacteriana y digestiva y, por esto, esta planta podría proporcionar diversos beneficios para el organismo como:
• Mejora la digestión
• Ayuda en la pérdida de peso
• Combate resfriados y gripes
• Evitar las crisis de asma
• Desintoxica el hígado
• Regula la flora intestinal
• Elimina los gusanos intestinales
• Estimular el sistema inmune
• Aliviar la inflamación en la piel como eccema, acné o psoriasis
• Podría ayudar a regular el azúcar en la sangre y el colesterol
¿Cómo tomarla?
Según la JECFA, la ingesta de curcumina en la dieta de la población general equivale a menos del 7 % (0,1 mg/kg p.c./día) de la IDA. Por esa razón, en lo que conviene ser cauto es en la toma de complementos alimenticios.
En general, se recomienda no sobrepasar 1,5 g de extracto seco al día (media cucharadita, o una entera si es cúrcuma en polvo). Asimismo, la OMS recuerda que no hay estudios que evalúen el efecto de la toma de curcumina en menores de 18 años, por lo que no se recomienda el consumo de complementos con curcumina en niños.