¿CÓMO SABER SI TIENES UN TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA?

Los trastornos de la conducta alimentaria son un conjunto de alteraciones graves relacionadas con la ingesta de comida cuyo origen se encuentra en múltiples factores. Es un problema de salud mental que puede llegar a poner en peligro la vida de quien lo sufre, que requiere de apoyo y tratamiento y que es importante prevenir sobre todo en la población más joven.

Algunos tipos de TCA que existen

A continuación recogemos algunos tipos de TCA existen.

Anorexia

La anorexia se define como un trastorno de la conducta alimentaria que conlleva la pérdida del apetito o falta de deseo de comer por alguna causa o síntoma, y, en consecuencia, una pérdida de peso significativa.

Bulimia

La bulimia es un trastorno alimentario y psicológico caracterizado por la pérdida de control respecto a la ingesta de alimentos. Es decir, los conocidos más comúnmente como atracones constantes de comida, que pueden ir seguidos de conductas purgativas para compensarlos –como auto provocarse el vómito–, causados por una obsesión constante por el aspecto físico.

Trastorno por atracón

El trastorno por atracón se caracteriza por la presencia de episodios de atracones de manera recurrente, al menos una vez a la semana durante tres meses. Este trastorno, aunque comparte ciertos factores con la bulimia, como los atracones provocados por la pérdida de control que sufren ante la comida, no se caracteriza por buscar eliminar el peso supuestamente ganado por esta ingesta masiva de alimento, no se presentan conductas compensatorias.

Obesidad

La obesidad ya se considera un trastorno alimentario, siempre que no sea provocada como síntoma de una enfermedad orgánica. Como sabemos, puede provocar diferentes y graves problemas de salud, pero también psicosociales, como aislamiento social o depresión.

Factores de riesgo

Existen varios factores que juegan un papel en la predisposición, la aparición y el mantenimiento del trastorno.

Factores individuales

  • Predisposición genética. El riesgo de padecer un TCA se incrementa por encima de los valores de la población general si existe el antecedente de un familiar con un TCA.
  • Rasgos psicológicos. Ciertos rasgos de personalidad, como una autoexigencia muy elevada, perfeccionismo obsesivo, necesidad de control y rigidez cognitiva están muy relacionados con la aparición de un TCA.
  • Baja autoestima. Tener una baja autoestima, es decir, hacer una valoración negativa e insatisfactoria de uno mismo/a incrementa la probabilidad de padecer TCA.
  • Imagen corporal negativa. Las personas que no tienen una imagen real de su propio cuerpo y que, además, las emociones y sentimientos que tienen hacia estos son negativos son más vulnerables a la hora de padecer un TCA.
  • Adolescencia. La adolescencia es la etapa vital en la que existe un mayor riesgo de desarrollar un TCA. Se diagnostica TCA en personas de todas las edades, pero en la mayoría de los casos la enfermedad debutó durante la adolescencia. Esto sucede porque durante esta etapa la personalidad, autoestima y rol social de la persona están en pleno desarrollo y, por lo tanto, son más vulnerables ante un entorno social en el que la presión por la imagen es excesivamente elevada.

Factores Sociales

  • Modelo de belleza imperante. El actual modelo de belleza, que ensalza una delgadez excesiva, tiene un peso muy importante en el desarrollo de los TCA.
  • Críticas y burla relacionadas con el físico. Las personas, sobre todo niños/as y adolescentes, que han recibido críticas y burlas relacionadas con su apariencia física y que debido a esto se han sentido inseguras con su imagen pueden presentar mayor tendencia a desarrollar un TCA.

Signos de alerta

Algunos signos que pueden aparecer son:

  1. Pérdida de peso excesiva.
  2. Uso inadecuado de laxantes, enemas o diuréticos en un esfuerzo por perder peso. 
  3. Restricciones en el consumo de alimentos por decisión propia y a menudo a escondidas.
  4. Ausencia o retrasos de la menstruación.
  5. Atrofia muscular del esqueleto.
  6. Pérdida de grasa corporal.
  7. Tensión baja.
  8. Caries dentales que se pueden presentar con el vómito autoinducido.
  9. Piel amarillenta o manchada.
  10. Estado de ánimo bajo.
  11. La mayoría de las personas con anorexia o bulimia se niegan a reconocer que tienen un trastorno de alimentación (renuencia).

El desafío mayor en el tratamiento de los TCA es hacer que la persona reconozca que su conducta alimentaria es en sí un problema y no una solución a otros problemas. Sin embargo, la mayoría de las personas que sufren este tipo de trastornos niegan tener un problema alimentario. Busque ayuda, déjese asesorar y confíe en los profesionales que le atienden.

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